sábado, 13 de agosto de 2011

A dos semanas de ser nombrado delegado presidencial: Las metas "urgentes" de Felipe Kast para las aldeas y campamentos

Este año, se deben haber iniciado todos los proyectos para erradicar a los damnificados que viven en esos lugares. Además, se darán 6 mil subsidios a las familias más vulnerables.  

Fabián Álvarez y Macarena Toro 

"Eres igual a Martín Cárcamo", le dice Ana Muñoz, dirigenta de la aldea El Molino de Dichato, y las risas estallan. Felipe Kast, el aludido, también se ríe. Rodeado de vecinos camina por los cuatro campamentos del balneario del Biobío, azotado por el maremoto de 2010.
Hoy Dichato está en calma, luego que hace tres semanas los damnificados salieran a la calle, levantaran barricadas y exigieran acelerar la reconstrucción. De las movilizaciones, lograron un acuerdo con el Gobierno que entregará más subsidios y recursos, y una semana después supieron que otra de sus demandas también se recibió. Tras salir del Ministerio de Planificación, Felipe Kast se convertía en delegado presidencial de aldeas y campamentos.
"Que se moje los pies y vaya donde está la gente y viva el día a día. Que escuche las demandas sociales y de viviendas, y todo sea más rápido", dice Harkén Miranda, presidenta de la aldea Nuevo Amanecer del poblado.
Por eso, desde que fue nombrado, "el Felipe" -como le dicen los vecinos- no ha parado y para lo que resta del año tiene dos metas. En el caso de las aldeas del terremoto, todos los proyectos habitacionales deben estar iniciados a diciembre, mientras que se entregarán 6 mil subsidios para los habitantes de los campamentos tradicionales.
Para cumplir esto, en sólo 15 días ya viajó dos veces a Biobío y se ha reunido con más de 15 dirigentes de campamentos, directivos de "Un Techo Para Chile", la Cámara Chilena de la Construcción, intendentes y alcaldes de la zona del terremoto, y los ministros del Interior y Vivienda.
En esta última cartera tiene su oficina con un equipo de 20 a 30 personas, desde donde evaluará el presupuesto adicional que tendrá, el cual no ha precisado. Sin embargo, poco la usa, en comparación a su blackberry que no suelta en ningún momento.
Múltiples problemas
En el campamento Los Tilos de Estación Central el barro se secó con el sol que entibia la sede social. Las bancas y mesas de madera contrastan con el mantel blanco puesto para Kast. Pero la solemnidad del encuentro dura sólo hasta que él reconoce a una dirigenta a quien lanza una broma. Todos ríen y la reunión empieza, pero ya los dirigentes "tutean" al delegado.
Aunque relajados, cada uno le plantea directamente sus problemas: dicen que son discriminados, que llevan esperando 8 años una solución, que no tienen trabajo y no pueden ahorrar. Que no hay terrenos para construir viviendas y que los que hay son muy caros.
Tras escuchar y anotar, Kast termina la reunión enfatizando que esta realidad es prioritaria. "El sentido de urgencia que uno tiene cuando está constantemente en los campamentos es distinto", afirma.
Un día después, bajo la lluvia de Dichato, reconoce que "si no se cumple habrá que pagar los costos políticos, pero la política es poner sentido de urgencia".
Y es que aunque ahora los vecinos están contentos, Kast sabe que la espera puede cambiar los ánimos. Por ahora, con sólo 15 días en el cargo, tiene un margen. "Se ve livianito de sangre y escucha. Eso era lo que necesitábamos porque nosotros sabemos qué queremos", dice Elianira Molina, vecina de El Molino, donde el delegado ya fue invitado a pasar las Fiestas Patrias.
33 mil
familias viven en campamentos a lo largo del país. De aquí a 2013, el Gobierno espera entregar 18 mil subsidios para ellos.
4.200
son las familias de damnificados del terremoto que aún están viviendo en aldeas de emergencia. La idea es erradicarlas todas en 2012.
274
viviendas entregó ayer el Gobierno a damnificados del 27-F en San Javier, Molina y Teno, siendo la más masiva desde el terremoto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario